El autor responde: Sean Carroll
Sean Carroll, autor de La partícula al final del universo: Del bosón de Higgs al umbral de un nuevo mundo (Debate), es físico teórico en el California Institute of Technology (Caltech), donde dio clase el gran Richard Feynman. (Curiosamente, aunque Carroll no ocupa el despacho de Feynman, sí utiliza su escritorio.)

Además, Carroll es un prolífico bloguero y tuitero, que no rehúye participar asiduamente en el debate público: en su canal en YouTube se puede acceder, entre otras cosas, a las charlas del encuentro multidisciplinar Moving Naturalism Forward, que organizó en 2012 con la participación de científicos e intelectuales de renombre como Richard Dawkins, Daniel Dennett o el premio Nobel Steven Weinberg.
A continuación reproducimos nuestra entrevista con Carroll, realizada a través del correo electrónico (que también se puede leer en inglés):
¿Por qué decidió escribir el libro La partícula al final del universo? ¿Cómo fue la experiencia de escribir un libro sobre un campo que no coincide exactamente con su especialidad, la cosmología?
El Higgs se descubrió en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), en Ginebra (Suiza). Cuando empecé a escribir el libro (enero de 2012), ya suponíamos que probablemente no tardaríamos mucho en encontrarlo. Pensé que esta era una buena oportunidad para explicar la asombrosa historia del LHC, y de hablar sobre qué es lo que lleva a personas brillantes a querer ser físicos y a dedicar décadas de sus vidas a reflexionar sobre esta partícula.
¿A qué se refiere el título, en qué sentido está/es el bosón de Higgs al final del universo?
No es que esté al final del universo físico, en algún lugar del espacio, sino que el Higgs supone el fin de una era para la física de partículas, y al mismo tiempo el comienzo de otra nueva. Es la última partícula del Modelo Estándar de la física de partículas, una teoría completa y verificada experimentalmente de todas las partículas de las que nosotros mismos estamos compuestos. Pero sabemos que existen otras partículas. Por ejemplo, las que forman la materia oscura. Esperamos que el Higgs nos ayude a detectar la materia oscura de forma directa.
Al bosón de Higgs se le ha llamado «la partícula de Dios», ¿considera esta denominación adecuada? ¿cree que ha contribuido a la notoriedad del descubrimiento? ¿y a su correcta comprensión?
Ni a mí, ni a la mayoría de los físicos, nos gusta la expresión «partícula de Dios». Fue básicamente un truco publicitario, para tratar de crear expectación alrededor la búsqueda del Higgs. ¡El bosón de Higgs no tiene nada que ver en absoluto con Dios! Es una lástima que ese nombre haya generado confusión en algunas personas.
¿Hubo algún libro de divulgación científica que le marcase en su juventud, o ya de adulto? ¿Qué otro libro (además de La partícula al final del universo, por supuesto) recomendaría a los lectores de nuestro blog?
Hay muchos libros estupendos. Uno que me influyó cuando era joven fue Un, dos, tres… infinito, de George Gamow. Más recientemente, he disfrutado mucho leyendo Quantum Computing Since Democritus, de Scott Aaronson, y Trespassing on Einstein’s Lawn, de Amanda Gefter.
En países como España, dentro de las política de austeridad, la inversión en investigación está sufriendo continuos e importantes recortes ¿qué mensaje mandaría usted a los políticos que llevan a cabo recortes en I+D? ¿Y a los investigadores de estos países?
Creo que es vergonzoso que los gobiernos recorten la financiación en investigación científica, que por lo general ya recibe menos dinero del que necesitaría. La investigación básica es el motor del progreso, tanto intelectual como económico, de un país. Aplicar recortes supone hipotecar el futuro a cambio de efímeros beneficios a corto plazo.
En una sociedad como la nuestra, cada vez más determinada por la tecnología y por los avances científicos en los que esta se basa, ¿cree que los científicos deben asumir el rol de intelectuales públicos?
Sí que lo creo. La ciencia forma parte de nuestra cultura, y no deberíamos renunciar a mantener una conversación con la sociedad en su conjunto. Los científicos no son ni más inteligentes ni están mejor informados que otras personas, pero sí tienen algo que aportar.
What does the title of the book refer to? In what sense is the Higgs boson at the end of the universe?
It’s not at the end of the physical universe, somewhere out there in space. But the Higgs is the end of one era in particle physics, as well as the beginning of a new one. It’s the last particle in the Standard Model of particle physics, a complete and experimentally verified theory of all the particles we ourselves are made of. But we know there are more particles out there — for example, there is dark matter. We’re hopeful that the Higgs will help us detect dark matter directly.
Some have called the Higgs boson «the God Particle». Do you think this expression is adequate? Has it helped to boost the impact of the discovery? And its correct understanding?
I don’t like the name “God Particle” myself, nor do most physicists. It was basically a marketing gimmick, trying to get people excited about the search for the Higgs. The Higgs boson has nothing whatsoever to do with God! It’s unfortunate that some people have become confused due to that name.
Were there any popular science books that made an impact on you growing up, or as an adult? What book (other than The Particle at the End of the Universe, of course) would you recommend the readers of our blog?
There are a lot of great books out there. One that influenced me while growing up was One, Two, Three… Infinity, by George Gamow. More recently, I’ve really enjoyed Quantum Computing Since Democritus, by Scott Aaronson, and Trespassing on Einstein’s Lawn, by Amanda Gefter.
In countries like Spain, as a consequence of austerity economics, the government’s investment in scientific research is suffering severe and ongoing budget cuts. What would you say to the politicians responsible for these decisions? And to the scientists and researchers in these countries?
I think it’s a terrible shame when governments cut funding to scientific research, which is generally already under-supported. Basic research is what drives progress in a country, both intellectually and economically. Cutting funding is mortgaging the future for a temporary short-term gain.
In a society like ours, increasingly shaped by technology and the underlying scientific advancements, do you think scientists should play a role as public intelectuals?
Yes, I do. Science is a bit part of our culture, and we shouldn’t hide away from the larger conversation in society. Scientists aren’t automatically smarter or more knowledgeable than other people, but they do have some insight to bring to the table.
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La partícula al final del universo: Del bosón de Higgs al umbral de un nuevo mundo, de Sean Carroll, está publicado por Debate
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