Mayim Bialik: De «Blossom» y «Big Bang Theory» a la ciencia

Mayim Bialik, la actriz que dio vida a la protagonista de la serie Blossom en los años noventa, famosa actualmente por su papel de Amy Farrah Fowler en The Big Bang Theory, compagina su vertiente artística con su pasión científica, que le llevó a doctorarse en neurociencia. En este vídeo de la serie The Secret Life of Scientists and Engineers (La vida secreta de científicos e ingenieros) nos cuenta su historia:

Transcripción

Blossom era una adolescente bastante dicharachera.

¡¿Qué?! Ja, ja, ja…

Yo era una adolescente más cínica y oscura, simplemente porque podía serlo. La gente me decía: «¿Por qué no sonríes? ¿Por qué no bailas?». Pues porque no soy un personaje de televisión. Como la mayoría de las mujeres reales, yo no era una sola cosa, sino muchas cosas distintas.

También puedo frotarme la barriga, acariciarme la cabeza y cantar «Bess, you is my woman now» a la vez

De niña, me fascinaban las ideas de la ciencia, pero nunca sentí que fuese para mí. Me parecía difícil, y suponía que era porque había algo en mí que hacía que se me diese mal. Mientras trabajaba en «Blossom», tuve una tutora en biología, y fue ella la que me enseñó que la ciencia es para las mujeres, que es emocionante, que puedes sentir la misma pasión por la ciencia que por la literatura o el arte.

Explicaba la célula como si fuese el cuadro más famoso de Picasso. Y empecé a verme realmente como científica. Cuando «Blossom» terminó, entré en UCLA y me enamoré de la neurona, desde el principio. Lo que más me interesaba era la electrofisiología: los saltos de voltaje, el periodo refractario…

Mi plan, durante el doctorado, era dedicarme a la investigación, pero me atrajo la docencia. Me encantaba impartir clases de ciencia, y es algo que aún me gusta mucho. Pero también me encantaba actuar, hacer reír a la gente, ser otra persona, y provocar emociones en la gente…No creo que yo tenga nada de especial, por el hecho de que me interese tanto actuar como la ciencia. Simplemente soy así.

— ¿Quieres licor de café en tu helado?
— Ah, esta es la presión de grupo para consumir alcohol y drogas de la que me habló mi madre… Sí, por favor.

Amy Farrah Fowler es el personaje que interpreto en «The Big Bang Theory«. No puedo decir que represente a todas las mujeres científicas, pero sí creo que es un retrato de muchas mujeres de ciencia que yo conozco. Las mujeres científicas no tienen por qué ser unas antiguas. El personaje de Bernardette compensa al de Amy, mostramos distintos tipos de mujeres que son científicas. Las mujeres podemos ser cualquier cosa.

Durante mi audición, Bill Prady repasó mi currículum y vio que, en «Otros», ponía «doctorado en neurociencia», y me dijo «¿En serio?» Y le conteste: «¡Sí!» Entonces pensaron, ¿por qué no hacer que sea neurobióloga? Así puedo responder preguntas, si tienen alguna duda… A veces me preguntan cosas específicas de neurociencia, para mi personaje. Querían que Amy diseccionara cerebros…

¡Bien! ¡Un tumor cerebral!

…y me preguntaron: «¿Cómo se conservan?» Pues en un cubo de basura lleno de cerebros en formaldehído, así es como se hace en neuroanatomía. Así que tenemos un cubo transparente lleno de fluido y cerebros de mentira.

—Comparada con las aplicaciones prácticas de la neurobiología, la física teórica es —¿qué palabra es la que busco?—… linda.

Cuando Sheldon y Amy se pelean en «The Big Bang Theory» sobre qué ciencia es mejor, yo estoy completamente de acuerdo con Amy Farrah Fowler. La neurociencia es la ciencia de cómo pensamos sobre qué ciencia es mejor…

— ¿Quieres decir que el trabajo de un neurobiólogo, como Babinski, podría llegar a tener la importancia del de un físico, como Clark Maxwell o Dirac?
— Babinski se desayuna a Dirac y defeca a Clark Maxwell.

Me encanta que la serie tenga un consultor especializado en física. Me encanta que las ecuaciones que aparezcan en las pizarras sean correctas.

Si te gustan las pizarras, esta es la mía…

Me encanta que sea sobre el mundo de la ciencia, porque realmente muestra cómo son buena parte de nuestras vidas.

En la carrera, tuve profesores que decían: «¿Por qué estás aquí? Si tienes el mundo de la actuación, ¿por qué no te dedicas a eso?» Ser científica es tan emocionante, creativo e interesante como ser artista.

Al ver una puesta de sol, me encanta que mi cerebro piense en los colores, las longitudes de onda, la rotación de la Tierra, ¿por qué desaparece en el horizonte? ¿por qué tiene un aspecto distinto?… Así es como veo el mundo, y me encanta.

Es como estar enamorada del universo en todos sus aspectos. ¿Ha sonado muy «geeky»? Perdón…

Fuente: Mayim Bialik (Neuroscientist/Actress): “Being a scientist is like being in love with every aspect of the universe.” | The Secret Life of Scientists and Engineers

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