Ed Yong y los microbios que nos habitan: Yo contengo multitudes
El periodista británico Ed Yong, uno de los divulgadores científicos más importantes del momento, llega a nuestras librerías con uno de los ensayos más aplaudidos por los medios de comunicación anglosajones a lo largo de todo el 2016: Yo contengo multitudes.
El mismísimo Bill Gates aseguró que este libro supondría un antes y un después en nuestra forma de ver a los microbios que colonizan a diario nuestros cuerpos:
«Después de leer el interesantísimo libro Yo contengo multitudes del periodista británico Ed Yong, veo los microbios con una mirada diferente y hablo de ellos con nuevos términos. […] Yong sintetiza literalmente cientos y cientos de páginas, sin abrumarte nunca con la ciencia. Tan solo imparte una visión fascinante y sorprendente detrás de otra. Yo contengo multitudes es el mejor periodismo científico.»
De hecho, Gates quiso hablar con Yong sobre su libro:
Bill Gates: Aquí en la fundación trabajamos contra las enfermedades infecciosas, y en las reuniones la gente dice: «Ah, ¿afectó a esto las bacterias intestinales? O ¿hay bacterias en este insector?»
A Sue, que es la directora ejecutiva de la fundación, encontró este libro y vino y me dio una copia. «Esto realmente muestra el panorama de este asombroso fenómeno de cómo los microbios son una parte esencial de todas las formas de vida.»
Ed Yong: Así es. Fui a un centro libre de gérmenes donde crían ratones en burbujas estériles. Esos ratones no contienen multitudes, no han visto bacterias en su vida. Y por ese motivo sus cuerpos hacían cosas inesperadas, como que sus huesos y sus vasos sanguíneos no se desarrollan adecuadamente si no reciben las señales microbiales correctas.
Bill Gates: Una cosa en la que trabajamos y que tú describes es esta idea de que la Wolbachia vive dentro de los insectos. Y, en el caso del mosquito Aedes Aegypti, puede de hecho reducir su capacidad como portador de enfermedades.
Ed Yong: La idea de que podamos ser capaces de controlar todas estas enfermedades implantando Wolbachia en el mosquito Aedes Aegypti me parece sencillamente asombrosa. Y, cuando se descubrió, la Wolbachia fue ignorada. Tuvo que pasar mucho tiempo hasta que la gente se dio cuenta del potencial que tenía para influir en la salud humana de una manera tan positiva.
El microbioma es muy parecido. Ha sido ignorado durante mucho y solo recientemente se ha empezado a valorar.
Bill Gates: Creo que lo último que habría esperado que tuviese conexión con el microbioma es una enfermedad neurológica como el Parkinson.
Ed Yong: Hay muchos vínculos interesantes entre el microbioma en el intestino y el cerebro y nuestro comportamiento. Creo que el microbioma proporciona este tejido conectivo que conecta todos nuestros sistemas de órganos entre sí, y que influye en cómo pensamos y cómo nos comportamos.
La idea de que organismos que son microscópicos alteren la manera en que pensamos resulta profundamente desazonante. Pero es lo que hay.
Bil Gates: Y el hecho de que no se descontrole. Mi parece asombroso lo complejo que es el microbioma y no me lo habría esperado.
Ed Yong: Sí, totalmente. Esta es la visión más amplia de la vida que quería transmitir con mi libro. El hecho de que tú y yo estamos aquí como dos individuos, pero en realidad somos dos mundos enteros.
Bill Gates: Gracias, Ed. Ha sido estupendo tenerte aquí.
Ed Yong: Gracias por invitarme. Ha sido estupendo.
Porque Yo contengo multitudes habla de ellos, de los microbios, o mejor dicho, de los miles de millones de microbios que pueblan nuestro organismo. De hecho, sólo en nuestro intestino hay más microbios que galaxias en el firmamento. Y, aunque la imagen pueda resultar desagradable a los más quisquillosos, lo cierto es que todos esos microbios (incluyendo bacterias, hongos, arqueas y virus) viven en simbiosis con nosotros. «Cada uno de nosotros es un zoológico de nuestra propiedad, una colonia encerrada dentro de un solo cuerpo –dice Ed Yong–. Un colectivo multiespecies. Todo un mundo.»
Estos microscópicos y multitudinarios compañeros vitales no solo moldean nuestros órganos, nos protegen de enfermedades e influyen en nuestro comportamiento, sino que resultan clave a la hora de entender el funcionamiento de la vida. Los microbios cooperan con nuestro organismo contribuyendo al almacenamiento de grasa, al revestimiento del intestino y la piel, a la protección de la barrera hematoencefálica y, entre muchísimas cosas más, al desarrollo de nuestros órganos vitales. Porque cada animal, ya sea un ser humano o una coral, es un ecosistema en sí mismo cuyos integrantes negocian para asegurar la supervivencia del huésped. Esos compañeros de viaje tienen intereses comunes, pero también entran en conflicto, y son sus anfitriones quienes deben controlarlos y mantenerlos a raya ofreciéndoles el alimento adecuado, confinándolos en tejidos específicos o colocándolos bajo vigilancia inmunitaria. En otras palabras, para que nuestro microbioma nos proteja, nosotros debemos protegerlo a él.
Es más, los microbios no sólo viven en comunión con nosotros, sino que nos protegen de enfermedades, nos definen como individuos e incluso influyen en nuestro comportamiento.
A lo largo de este otoño que acaba de empezar, Yong publicará en su canal en YouTube una serie de vídeos sobre el fascinante mundo de los microbios. Este es el primero:
Ed Yong: Hola. Soy Ed Yong. Soy escritor científico y me gustaría mostraros un mundo que me fascina: el mundo de los microbios.
Hace poco escribí un libro sobre los microbios y los científicos que los estudian.
Locutor 1: Los dedicados científicos se enfrentan al desafío.
Ed Yong: Y ahora he colaborado con unos cineastas para crear vídeos sobre cómo el mundo natural que vemos está influido profundamente por un mundo que no podemos ver.
Los microbios son importantes. Normalmente, los hemos ignorado; a menudo, los hemos temido; ahora, ha llegado el momento de apreciarlos.
Locutor 1: ¡Eso es!
Ed Yong: Os voy a mostrar qué aspecto tienen realmente, cómo es en realidad el mundo animal, y cómo resulta mucho más maravilloso cuando lo observamos como el mundo de colaboraciones que realmente es.
Una hiena, por ejemplo, puede informar a otras hienes sobre su edad, su sexo y su estatus social a través de olores que las bacterias la ayudan a crear. Y lo mismo sucede con los tejones, los murciélagos y los elefantes.
Todos estos animales pueden utilizar microbios para decirles a los demás quién son. Puede que los microbios sean diminutos, pero tienen un efecto profundo sobre nuestras vidas.
La mayoría de nosotros veíamos las bacterias como gérmenes, como bichos malos, a pesar de que solo unos pocos cientos de variedades se sabe que provocan enfermedades. La inmensa mayoría de ellas son inocuas, o incluso beneficiosas.
Solo tenemos que mirarnos al espejo. Nuestra cara, nuestra piel, nuestra boca están cubiertas de jardines de microbios que impiden que nos colonicen especies más peligrosas.
Nuestro intestino acoge miles de especies más, que digieren la comida por nosotros. O quizá somos nosotros quienes digerimos su comida en su lugar.
En total, en mi cuerpo hay al menos tantas células microbiales como células nativas humanas, lo que significa que, en el mejor de los casos, soy solo la mitad de la persona que creo ser, si es que soy yo el que piensa.
Soy Ed Yong. Bienvenidos al mundo de los microbios. Permaneced atentos a estos vídeos que iremos publicando, prestad atención, observad con atención y dejad que os cuente qué es lo que mueve realmente la vida en la Tierra.
Mi nombre es Ed Yong y yo –quiero decir, nosotros, mis multitudes y yo– aprobamos este mensaje.
El autor
Ed Yong es un aclamado divulgador científico que cuenta con más de 101.000 seguidores en Twitter y escribe para The Atlantic. Su blog personal, Not Exactly Rocket Science, está patrocinado por National Geographic, y sus artículos han aparecido en The New Yorker, The New York Times, Nature, New Scientist, Scientific American, The Guardian, The Times, Discover y Slate, entre muchas otras. Actualmente reside en Londres.
El libro
En Yo contengo multitudes Ed Yong nos abre los ojos y nos invita con su erudición y sentido del humor a mirarnos como algo más que individuos: como receptáculos interdependientes de los microbiomas que conforman todos los seres vivos.
Así, descubriremos la asombrosa e invisible ciencia detrás de los gigantescos arrecifes que construyen los corales, aprenderemos cómo ciertos calamares crean juegos de luces, y veremos el modo en que las bacterias pueden alterar nuestra respuesta en la lucha contra el cáncer, manipular nuestro sistema inmunológico, influir en nuestra evolución e incluso modificar nuestro genoma.
Más información sobre Yo contengo multitudes. Los microbios que nos habitan y una mayor visión de la vida
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